Giselle Etcheverry Walker

Comisariar y editar, en mi opinión, son actividades que atienden a un mismo fin: crear recorridos, «dar forma» (según Roberto Calasso), hacer que esas «notas» a veces discordantes que son los contenidos se compongan en la «melodía» adecuada. Detrás de cada una de estas prácticas está la invitación a un diálogo concebido para un público que no pienso como un grupo anónimo de personas pasivas, sino como parte activa y agentes del diálogo en torno a los libros y la cultura: ciudadanos, estudiantes, trabajadores, habitantes del planeta, esposas, maridos, madres, padres, hijos, artistas… Esta analogía entre comisariado y edición es el resultado de años de trabajo en dos grandes proyectos, la desaparecida agencia literaria La Oficina del Autor y la Fundación Santillana (Cultura), a cuyas iniciativas en los ámbitos de la cultura, el pensamiento, el periodismo, la literatura y los libros en España y América Latina contribuí a dar forma desde la edición y la creación de espacios y programas.

Me interesan los encuentros que nos interpelan desde la interdisciplinariedad y las «fronteras» de las artes y del conocimiento, tanto en los espacios tradicionales como en los ámbitos y las prácticas más innovadores y alternativos. Me he especializado en la asesoría, creación y realización de proyectos y actividades culturales y literarias que otorguen a las Humanidades un papel activo en la cotidianidad, inspirados en los «pliegues» de la realidad y en la búsqueda de lo que está «ahí» y nos invita a descifrarlo. Mi propósito es hacer que estos recorridos posibles por lo que nos rodea sean parte de la gran conversación que es la Cultura.