Una invitación a “pensar” en el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque (Madrid)
En Zenda, 15 de septiembre de 2020
Decidir qué aspecto tendrá nuestro mundo privado y el que queremos para todos requiere del diálogo y de la confrontación de nuestros puntos de vista. Necesitamos pensar en el futuro ahora, cuando todavía no se ha instalado una nueva normalidad y nuestras dudas son más grandes que nunca. De ahí que la relación entre lo individual y lo colectivo sea el eje en torno al cual giran estas conversaciones: las responsabilidades, los vínculos afectivos, la naturaleza, la vigilancia, el tiempo, los nuevos comienzos, la intimidad…
En un mundo que se ha vuelto tan especializado y segmentado, convocamos a voces que permiten volver a pensar en la definición de los valores humanos y la búsqueda de una “vida buena”. En el ámbito de las artes visuales contamos con Raquel Friera, quien tiene al “tiempo” como objeto de su obra; en la literatura, a los escritores Marta Sanz, Brenda Navarro, Katixa Agirre y Patricio Pron, y, desde el humor, a Darío Adanti. Filósofos, antropólogos y exploradores de la naturaleza como Santiago Beruete, Yayo Herrero, Rubén Hernández y Ramón del Castillo; filósofos y sociólogos como Santiago Alba Rico, José Luis Pardo, César Rendueles, Remedios Zafra y Ramón Ramos Torre y pensadores como Antonio Pau, Carolina del Olmo, Brigitte Vasallo y Marta Peirano. Christina Rosenvinge desde el ámbito de la música, y el historiador del arte y escritor Valentín Roma.
En el marco de la nueva temporada del Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque, una vez al mes, de octubre a junio, los diálogos de Punto de fuga abordarán asuntos como el yo y el nosotros, los afectos, nuestro vínculo con la naturaleza, las ideas de privacidad e intimidad y los peligros a los que se enfrentan, la vigilancia y la posibilidad de un nuevo comienzo. Y lo harán con la participación de filósofos, sociólogos, antropólogos, historiadores del arte, escritores, periodistas y otros expertos, en diálogo con algunos de los periodistas y expertos más importantes de nuestro país. Se trata de encontrar en la interdisciplinaridad distintas miradas sobre un mismo objeto, el «punto de fuga», ese lugar donde las líneas paralelas convergen creando perspectivas insospechadas, nuevos lugares a los que dirigirnos.
Necesitamos pensar en el futuro ahora, cuando todavía no se ha instalado una nueva normalidad y nuestras dudas son más grandes que nunca. De ahí que la relación entre lo individual y lo colectivo sea el eje en torno al cual giran estas conversaciones: las responsabilidades, los vínculos afectivos, la naturaleza, la vigilancia, el tiempo, los nuevos comienzos, la intimidad…
